Plantilla de carta de advertencia por bajo rendimiento

Una carta de advertencia por bajo rendimiento es un documento formal que se envía a un empleado cuyo rendimiento laboral, conducta o resultados están por debajo de los niveles esperados. En ella se señalan los aspectos que deben mejorarse, se indica el camino a seguir y sirve de aviso oficial de que el rendimiento debe mejorar en un plazo determinado.

Por lo general, esta carta se envía después de una revisión del rendimiento, una sesión individual de evaluación o un aviso informal previo.

Enviar una carta de advertencia sobre el rendimiento ayuda a los empleadores a gestionar el bajo rendimiento de forma justa y constructiva. Las principales ventajas son:

• Comunicación clara: Identifica los problemas específicos y las expectativas de cara al futuro.
• Ruta de mejora: Ofrece medidas prácticas para que el empleado recupere los niveles de rendimiento.
• Documentación: Proporciona un registro formal en caso de futuras acciones o disputas relacionadas con el rendimiento.
• Responsabilidad profesional: Anima al empleado a asumir su responsabilidad y a buscar apoyo si lo necesita.

Una carta de advertencia profesional por bajo rendimiento suele incluir:

• Nombre completo del empleado, cargo y departamento
• Fecha de emisión
• Resumen de los problemas de rendimiento
• Áreas específicas en las que es necesario mejorar
• Pasos o acciones recomendados para mejorar
• Fecha límite o fecha de revisión para la reevaluación
• Posibles consecuencias si no se muestran mejoras
• Oferta de asistencia, apoyo o formación
• Sección de agradecimiento tanto para el empleado como para el supervisor

Si el empleado demuestra un progreso significativo y cumple las expectativas de rendimiento dentro del plazo establecido, es importante reconocer sus esfuerzos. En algunos casos, la mejora continua y el compromiso con la excelencia pueden dar lugar a resultados positivos, como una carta de incremento salarial o incluso una carta de promoción en el futuro.

El feedback constante y el reconocimiento formal ayudan a levantar la moral y refuerzan una cultura orientada al rendimiento. Se anima a los empleadores a comunicar claramente los pasos siguientes y a apoyar el desarrollo profesional continuo.